III Anantapur Ultramaratón: ultimando detalles

A pocas horas para que comience la III Anantapur Ultramaratón (AUM), corredores/as y organizadores/as se preparan para inaugurar uno de los mayores eventos deportivos que la región de Anantapur vivirá este año. A pesar de la satisfacción que ya generó  la carrera de la edición anterior entre los miembros de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), este año se han introducido algunos cambios con el objetivo de mejorar lo que ya se está convirtiendo en un gran evento. Así nos lo han contado Nagappa y Surendra, dos de los responsables de que la logística no falle.

Si bien la ruta del año pasado presentaba un estado completamente despejado, el camino marcado para esta edición exhibe mayores complicaciones e implicación por parte de los trabajadores de la FVF. El área donde tendrán lugar los 170 kilómetros de carrera presenta pendientes y grandes cantidades de lodo que, gracias a la implicación de todos, ha sido retirado y acumulado en zonas alejadas de la ruta principal. Nagappa explica la importancia de realizar esta tarea, porque este año hay participantes con distintos tipos de discapacidad.

Otro de los cambios a resaltar es que los deportistas se adentrarán durante la noche en un “pequeño bosque” de un lugar llamado Kona. Las arduas tareas de revisión y mantenimiento de la zona, han permitido recrear un ambiente agradable que permitirá a los participantes de esta carrera solidaria, conocer la labor que la FVF realiza en cada pueblo del territorio que conforma esta ruta.

“Cuando se acercaba el momento de poner en marcha la tercera edición de la ultramaratón, me reuní con el equipo y le propuse introducir cambios. Planteé la posibilidad de hacerlo en Maranasida ”, comenta Nagappa. Pese a que esta ruta pueda parecer, a primera vista, compleja e incluso algo peligrosa, la realidad es otra, pues durante semanas previas a la carrera hemos mantenido muchas reuniones,  para asegurar la seguridad de los corredores.

Primero planteamos la necesidad de marcar la ruta con los trabajadores de la FVF, identificando al mismo tiempo los puntos de transición. Y luego iniciamos reuniones bilaterales con responsables de la delegación local, y de los lugares por los que pasarán los corredores. Al mismo tiempo, y para evitar confusiones, se han señalado aquellos caminos por lo que no deberán pasar.

El día 23, un equipo formado por cuatro o cinco personas revisará, en coche, por última vez el estado de las carreteras y supervisarán los últimos detalles.

La organización de la logística en carreras de estas características es esencial para generar no sólo mayor confianza y atraer cada año a más participantes, sino también para evitar problemas de cualquier tipo. Este equipo, al igual que el año pasado, lo componen alrededor de 100 personas.

La asistencia sanitaria ha recibido en esta edición especial importancia desde el equipo organizador. Habrá ambulancias, médicos, enfermeros y fisioterapias que seguirán a los corredores durante el trayecto. Además, y como novedad, en esta edición “hemos hablado con los hospitales próximos a la ruta y médicos del gobierno para casos de emergencia” , explicaba Surendra, uno de los principales responsables de la AUM de la organización.

 

A la colaboración sanitaria se sumará la policial, que estará presente durante toda la carrera liderándola con coches y un equipo de ayuda.

Durante el trayecto, habrá puntos de transición; en total 17. Estarán ubicados en los pueblos y aldeas que forman parte del recorrido. “La reacción de los habitantes no ha sido importante porque la mayoría no sabían que era o suponía un evento como este”, explica Nagappa. Por esta razón, directores y trabajadores han empleado horas y horas en cada uno de estos pueblos, explicando a decenas de familias no solo las características de la carrera sino también el resto de actividades que genera a su alrededor, y en las que se podrían involucrar porque muchos de estos pueblos serán también puntos de transición.

En cada uno de ellos, aclaraba Surendra, habrá sanitarios portátiles, sillas, comida y actividades dinámicas. Este año, al contrario del pasado, se ha fijado un menú que procede del comedor del campus ventral de la FVF. Esta dieta contendrá entre otros alimentos: almendras, galletas y bebidas energéticas.

Finalmente, las actividades de entretenimiento amenizarán durante dos horas aproximadas la estancia de los participantes en los puntos establecidos. Serán recreaciones culturales de los pueblos con bailes y danzas típicas. Y la presencia de traductores/as no solo en estas zonas, sino también a lo largo del recorrido, les permitirá conocer la historia, costumbres típicas y el resultado del trabajo ejecutado por la FVF durante los últimos casi 50 años.