Cristofer Clemente: «El que se pone un dorsal y es valiente, consigue llegar a la meta»

No puede participar en la III Anantapur Ultramarathon (AUM) por calendario, y porque está cerrando la temporada 2017, pero Cristofer Clemente, corredor de montaña, apoya “el carácter solidario, emotivo de una labor tan bonita como la AUM en un país como la India”.

En una animada conversación telefónica, Clemente nos explica que la AUM “es una oportunidad para que los deportistas conozcan lugares increíbles a través de lo que nos gusta, correr, estar activo, y recibir la riqueza de otras culturas”. Este reconocido deportista canario se proclamó campeón en 2016 de la «Ultra Skyrunners Nacional Series España, Andorra y Portugal» y de la «Skyrunners World Series», y este año quedó segundo en la Trail Sacred Forests.Campeonato del Mundo de Trail Badia Patraglia, y clasificado en primera posición en la XI Maratón del Meridiano 2017 con un tiempo récord de 3 horas y 50 minutos. Clemente experimentó la sensación que vivirán los corredores de la AUM en 2012, al participar en una ultramaratón en Costa Rica que les permitió pasar por aldeas que después recibieron los fondos recaudados a través de material escolar.

“No conozco la India pero me gustaría viajar allí algún día porque tiene que ser muy diferente. Imagino la India como un lugar con mucha gente, muy masificado y con unas condiciones de pobreza elevadas, pero también con personas que te reciben con los brazos abiertos”, comenta por las referencias que otros corredores que han participado en ediciones anteriores de la AUM le han transmitido. “Imagino que los indios son esponjas que absorben información mientras están contigo porque el año pasado seguí la AUM, y leí el blog en el que contaban que la gente es muy acogedora, que les abrían sus casas y les transmitían mucha felicidad”, añade.

Para participar en una ultramaratón hay que ser constante en la preparación. “Es un reto mayúsculo mental y físico que requiere una media de 15 horas de entrenamiento semanal”, explica Clemente a la vez que desvela que, para ser capaz de llegar a la meta él se plantea pequeños objetivos, como recorrer los primeros 100 kilómetros o dividir la carrera en 10 tramos. “Nos metemos en un pequeño sueño, nos exponemos al entorno, a la naturaleza y nos dejamos llevar en una gran aventura, es el reto que nos planteamos superar”.

Juan Manuel Viera, fundador de la AUM compara siempre la larga travesía de una ultramaratón con el compromiso de apadrinar a un niño o una niña en el sur de la India, el motivo por el que emprendió esta iniciativa, porque le acompañas desde la infancia hasta la mayoría de edad, ofreciéndole la posibilidad de tener un futuro digno a través de la educación. “El que se pone un dorsal y es valiente, lo consigue. La confianza se gana cada día. El cuerpo va respondiendo y cuando llega el día de la carrera se disfruta todo lo que se puede. Siempre hay malos momentos, pero es posible despistar a la mente comiendo algo que te gusta o escuchando música. Hay que liberar la mente y marcarse pequeñas metas”, argumenta Clemente.

La AUM es una carrera solidaria por relevos, en las que cada corredor debe demostrarle al resto de compañeros del grupo que aporta su esfuerzo para una causa común. Compartir ese momento, igual que como compartir a distancia la vida de un niño o una niña del sur de la India, es la mejor recompensa.