Community Running Day, un espacio de inclusión previo a la Ultramaratón

40 chicas con discapacidad de los talleres de comercio justo han participado por primera vez en esta carrera

Hoy miércoles se ha celebrado el Community Running Day, carrera previa a la Ultramaratón. Es un evento muy especial y un espacio de encuentro en el que han participado 100 corredores, 40 trabajadoras de los talleres de artesanía de la Fundación y 104 niños y niñas de la Escuela Inclusiva.

Hablamos con algunas de las chicas de los talleres de comercio justo unos días antes de la prueba. Entre hilos de yute, telas coloridas y tijeras encontramos a Nagarathnamma (30 años), Ramulamma (30 años), Sarojamma (35 años) y Lakshmidevi (20 años), cuatro mujeres que trabajan en los talleres de Bukkaraya. Todas ellas tienen alguna discapacidad y trabajan elaborando los productos que después se venden en la web y en las Tiendas Solidarias de la Fundación. “Todas las semanas son iguales, ya sabes la rutina pero esta es diferente, tenemos mucha ilusión”, comenta emocionada Lakshmidevi.

El deporte en general siempre es bueno, pero es mejor todavía si  sirve para apadrinar a niños o colaborar en proyectos de desarrollo”, explicaba Nagarathnmma cuando le preguntamos por qué está tan contenta con la Community Run en la que participará durante 4 4 kilómetros con el  lema de la Ultramaratón #1KilometroUnaVida.

Debido a su problemas de movilidad este día cobra especial significado para las chicas de los talleres de comercio justo.Nagarathnamma, Ramulamma, Sarojamma y Lakshmidevi no pueden andar desde que la polio afectó a la movilidad de sus piernas. Todas ellas padecieron esta enfermedad infecciosa a los tres años, excepto Sarojamma que la tuvo con 20 años.“Recuerdo tener mucha fiebre durante varios días y después de aquello ya no pude andar más”, comenta mientras pinta flores en unos puntos de libro.

“La gente que tiene bien las piernas siempre puede participar en estos eventos, pero nosotras no, por eso es tan importante”, explica Ramulamma. Las chicas llevan entre 10 y 15 días preparándose, practican con las sillas de ruedas jugando a básquet o voleibol. “Es increíble, nunca había practicado ningún deporte y menos aún había participado en una carrera. Y ahora en un mes lo voy a hacer todo”, explica Lakshmidevi.

Además, para ellas las sillas de ruedas también son un dispositivo relativamente nuevo, ya que las tienen desde hace solo seis meses. Al principio nos daban miedo, nos habíamos acostumbrado a arrastrarnos de un lado para otro y la silla nos parecía algo muy alto, pensábamos que nos caeríamos”, ríe Lakshmidevi.  La Community Run les ha servido para “practicar, perder el miedo y ganar confianza con las sillas”.

“Estamos muy felices de participar junto a gente de varios países y por una causa solidaria para la India”, dice Nagarathnamma. Ramulamma afirma: “La Fundación nos ha aportado tantas cosas…, antes pensábamos que nuestra vida era un castigo y me acuerdo que le rezaba a los dioses y les preguntaba por qué vivía”. Nagarathnamma aprovecha para sincerarse y decir que ella quería estudiar pero a partir de noveno la escuela estaba en un segundo piso y ya no podía ir a clases. Y así fue como su vida se limitó a “comer y dormir”.

Todas tienen recuerdos y vivencias parecidas, que evocan soledad, incomprensión y encierro, pero también todas explican que aquello terminó el mismo día que entraron a trabajar en los talleres de comercio justo de la Fundación. “Ahora confiamos en nosotras, tenemos ganas de vivir y ayudar a los demás, y por todo eso vamos a correr en la Community Run”,sentencia Nagarathnamma.

La Community Running Day ha sido un día de emociones, adrenalina y celebración, en el que todo el mundo tiene cabida.

Foto: Aurora Díaz